Ha muerto Nasr Hamid Abu Zayd
Halil Bárcena

El pasado cinco de julio fallecía en El Cairo, a los 67 años de edad, el pensador egipcio Nasr Hamid Abu Zayd, una de las voces más innovadoras, y controvertidas también, del pensamiento islámico de las últimas décadas. Licenciado en filología árabe y doctor en estudios islámicos, Abu Zayd ejerció como profesor en la Universidad de El Cairo, donde halló las primeras dificultades al optar a una cátedra. Sus trabajos de crítica textual del Corán le granjearon las antipatías de los sectores religiosos más conservadores, quienes le llevaron ante los tribunales de justicia por, supuestamente, atentar contra la fe islámica. El caso es que la Corte de Apelación de El Cairo sentenció que Abu Zayd era un apóstata, decratando nulo su matrimonio con la hispanista Ibtihal Yunis, dado que, según la legislación egipcia, una mujer musulmana no puede estar casada con un hombre no musulmán. Ante las crecientes y virulentas amenazas por parte de los radicales islámicos y ante la pasividad de las autoridades políticas como religiosas -eso que algunos llaman los islamistas moderados-, la pareja hubo de abandonar Egipto, el verano de 1995, instalándose primero en España y más tarde en Holanda, donde Abu Zayd impartió clases como profesor de estudios islámicos en la Universidad de Utrecht.
Al profesor Abu Zayd se le recordará dentro de la islamología por sus estudios en el ámbito de la hermenéutica del texto coránico, centrada en el ambito puramente lingüístico, práctica exegética esta con algunos precedentes históricos muy notables, como el caso del andalusí Ibn Hazm, pero, desgraciadamente, muy poco cultivada posteriormente. Y es que el peso del conservadurismo islámico, que parte de un concepto muy anquilosado e inamovible de revelación, ha lastrado toda posible investigación interpretativa. Como resume la arabista Luz Gómez García, Abu Zayd "defiende la contingencia histórica de toda interpretación y la esencia dialógica del texto [coránico]", lo cual, evidentemente, hace del Corán un discurso oral en el tiempo.
Abu Zayd fue un intelectual progresista que halló en la lectura abierta del Corán algunos de los que para él constituían los auténticos imperativos islámicos, como la igualdad en todos los ámbitos, la libre participación en la formación del gobierno o la libertad individual. Con todo, no podemos evitar decir que el pensamiento de Abu Zayd, como el de otros pensadores islámicos contemporáneos, puede resultar innovador en el contexto tan anquilosado del los estudios coránicos de ciertos ámbitos islámicos, pero aun así se queda muy corto. Abu Zayd, como otros, no deja de ser un creyente y, como tal, arranca su investigación sin apenas cuestionar puntos muy sensibles, como el ya antes mencionado de la revelación. Hoy, sólo desde la creencia puede sostenerse sin más la existencia de una entidad divina, que interviene en la historia y en la naturaleza, poseedora de un proyecto para toda la humanidad, contenido en un libro sagrado. Tampoco es suficiente hoy con adherir a tesis próximas a las de la teología cristiana de la liberación, u otras teologías progresistas, que, en la actualidad, saben a rancio. En otras cosas no, pero en eso los creyentes, ya sean conservadores o progresistas, se parecen más de lo que pudiera pensarse, puesto que ambos parten de unos supuestos intocables que interpretan, eso sí, de forma distinta.
Con todo, es indudable que el pensamiento del profesor Abu Zayd abrió caminos muy útiles, aunque insuficientes, esbozados en una vasta obra desconocida casi por completo en lengua castellana, a excepción del libro divulgativo El Corán y el futuro del islam (Herder, 2009).