"¿Por qué vas de un lado para otro
buscando por todas partes,
si todo aquello que deseas está en ti?"
Mawlânâ Rûmî (m. 1273)
Comentario:
Nada hay más alejado del verdadero camino interior, nada aparta más de él, que la búsqueda compulsiva, aquí y allá, de experiencias mal llamadas espirituales o de otra índole, que exacerban el sentimentalismo, pero ofuscan la razón y el sentir profundo. La senda sufí tiene por fundamento la reunificación de la mirada, de tal suerte que todo cuanto existe deviene para el derviche signo que apunta a la dimensión absoluta de la realidad. De hecho, eso es, en cierto modo, el tawhîd, la cosmovisión unitaria del sufismo, según la cual sólo existe la realidad realmente real y no nuestras construcciones egoicas. Dicho en lenguaje mitológico, todo perece salvo el rostro de la divinidad. El derviche invita a caminar del takzîr, o dispersión del hacer que descentra, al tawhîd, que es centramiento e interiorización que silencia. Nada puede sustituir a la verdad. Nada tiene valor salvo lo real. Y todo ello late en nuestro interior, en el centro del corazón. Por consiguiente, ¿a qué buscar fuera? Halil Bárcena