viernes, 27 de febrero de 2009

De la indagación


"Cuando has indagado y tu búsqueda
ha sido de todo corazón, tal empeño no falla"


Mawlânâ Rûmî (m. 1273)







Comentario:
La esencia de la senda sufí consiste en volverse con la totalidad del ser hacia el único que realmente existe y es, el Amigo, Él, Hû. No lo llamo Dios, puesto que hoy dicho concepto es más un estorbo que una ayuda en el camino espiritual. Si sigues las premisas de la senda, ensayadas durante siglos por linajes enteros de mujeres y hombres sabios y de conocimiento, no hay lugar para el extravío. Dos elementos previos se habrán de considerar siempre: eje de coordenadas bien colocado y sinceridad en la búsqueda. Poseer bien colocado el eje de coordenadas supone algo así como orientar el rumbo mediante el timón, que es la inteligencia, y tensar las velas, que son la fuerza de la pasión. Pero, recuerda, las velas son ciegas, a diferencia del timón. Y es que el viento sólo es favorable cuando el rumbo que marca el timón está bien orientado. Se llegará a puerto entonces, sin ninguna duda. Será más tarde o más temprano, pero se acabará llegando. Una indagación bien planteada, de todo corazón (y con todo el corazón), sin ambages ni titubeos, sin medias tintas ni líneas rojas infranqueables, jamás es fallida. Pero, ¿cuántos hay dispuestos a embarcarse en una tarea como esa? Halil Bárcena