domingo, 9 de noviembre de 2008

Estar en el mundo sin ser de él


"Alguien dice: "No puedo dejar
de alimentar a mi familia.
Tengo que trabajar muy duro
para ganarme la vida".
Puede vivir sin Dios, pero no sin comida;
puede vivir sin camino interior
pero no sin ídolos.
¿Dónde habrá uno que diga:
"si como pan sin consciencia de Dios
me atragantaré"?

Mawlânâ Rûmî (1207-1273)




Comentario:

El camino interior comporta mantener un cierto equilibrio entre lo que son las demandas y condicionantes de la vida exterior -excesivos y muchas veces abrumadores en nuestra atribulada contemporaneidad- y una presencia consciente y viva de lo que realmente somos. Ese ha constituido desde sus inciertos albores, en los primeros siglos del islam, el reto mayor de los sufíes: estar en el mundo sin ser de él (jalvat dar anyumân). Se trataría, pues, de operar libremente en todas las facetas del juego social sin por ello perder ni un ápice de lo que, a falta de mejor expresión, podríamos llamar presencia viva o dhikr, según el lenguaje técnico sufí, que no es sino esa dimensión de la consciencia que corresponde a nuestra verdadera naturaleza interior o yo esencial, por distinguirlo del yo fenoménico y egoico. De tal manera que madurar en la senda interior no es sino vivir con plenitud en el mundo, mas independientemente de él, como una pura presencia o testigo no implicado en el devenir de las cosas. La presencia interior, fruto del dhikr constante o recuerdo de lo que en verdad somos, fomenta el desapego, la ecuanimidad y una mayor objetividad en la mirada. El derviche no depende de las cosas ni de las situaciones, por lo que una cierta invulnerabilidad se va asentanto en él poco a poco. La esencia de la senda sufí consiste, justamente, en mantener viva dicha presencia y en conectarse a ella a cada instante; presencia que opera a la manera de una fuente inagotable de energía y vitalidad en la que podemos reponernos. Lo dicho desmiente, por lo tanto, que el derviche sea alguien socialmente inútil. Al contrario, el derviche es un hombre de soluciones, el más práctico de todos, precisamente porque la suya es una mirada distanciada emocionalmente de las cosas, de los hechos y de las personas. Halil Bárcena