Elogio del sacrificio y del esfuerzo
Halil Bárcena
Hay que decir, a fin de no caer en lo ilusorio ni de sucumbir a los caprichos de la fantasía y el sentimentalismo, que no siempre la senda sufí implica éxtasis y gozo. Muchas veces se sufre, requisito previo de la conciencia. De hecho, quien no sabe sufrir no puede considerarse un derviche. Sin padecer el dolor del dominio del propio yo no puede haber recompensa alguna (...). Solo cuando cae la flor se hace visible el fruto.
(Halil Bárcena, Perlas sufíes. Saber y sabor de Mevlânâ Rûmî, Herder, Barcelona, 2015, p. 178).